|
|
|
Segundo Misterio:
El milagro de las Bodas de Caná
¯¯¯
Lectura
del Evangelio.
Al
tercer día se celebraron unas bodas en Caná
de Galilea, y estaba allí
la madre de Jesús y sus discípulos. Y, como faltó
el vino, la madre de Jesús le dijo:
-No tienen vino.
Jesús respondió:
-Mujer, ¿qué nos importa a ti y a mí? Todavía no
ha llegado mi hora.
Dijo su madre a los sirvientes:
-Haced lo que él os diga.
Había allí seis tinajas preparadas para las
purificaciones de los judíos, cada una con capacidad
de unas dos o tres metretas. Jesús les dijo:
-Llenad de agua las tinajas.
Y las llenaron hasta arriba. Entonces les dijo:
-Sacadlas ahora y llevadlas al maestrasala.
Así lo hicieron. Cuando el maestrasala probó el agua
convertida en vino, sin saber de dónde provenía -aunque
los sirvientes que sacaron el agua lo sabían- llamó
al esposo y le dijo:
-Todos sirven primero el mejor vino, y cuando ya han
bebido bien, el peor; tú, al contrario, has reservado
el vino bueno hasta ahora. Jn 2, 1-10
|
¯¯¯ Meditación: |
"...Misterio
de luz es el comienzo de los signos en Caná (cf. Jn 2,
1-12), cuando Cristo, transformando el agua en vino, abre
el corazón de los discípulos a la fe gracias a la
intervención de María, la primera creyente." ...
"Excepto en el de Caná, en estos misterios
la presencia de María queda en el trasfondo.
Los Evangelios apenas insinúan su eventual presencia en
algún que otro momento de la predicación de Jesús (cf.
Mc 3, 31-35; Jn 2, 12) y nada dicen sobre su presencia en
el Cenáculo en el momento de la institución de la
Eucaristía. Pero, de algún modo, el cometido que
desempeña en Caná acompaña toda la misión de Cristo..."
(Juan Pablo II, Rosarium Mariae Virginis, 21).
"...La
revelación, que en el Bautismo en el Jordán
proviene directamente del Padre y ha resonado en el
Bautista, aparece también en labios de María en Caná
y se convierte en su gran invitación materna dirigida a
la Iglesia de todos los tiempos: «Haced lo que él os
diga» (Jn 2, 5).
Es una exhortación que introduce muy bien las palabras y
signos de Cristo durante su vida pública, siendo
como el telón de fondo mariano de todos los «misterios
de luz». (Juan
Pablo II, Rosarium Mariae Virginis, 21)
|
|
¯¯¯
1
Padre Nuestro, 10 Avemarías, 1 Gloria.
¯¯¯
|
¯¯¯
|
|
|