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Tercer
Misterio: El Nacimiento de Jesús en Belén
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Lectura
del Evangelio.
En
aquellos días, se promulgó un edicto de César Augusto,
para que se empadronase todo el mundo. Este primer
empadronamiento fue hecho cuando Quirino era gobernador
de Siria, y todos iban a inscribirse, cada uno a su
ciudad. José, como era de la casa y familia de David,
subió desde Nazaret, ciudad de Galilea, a la ciudad de
David llamada Belén, en Judea, para empadronarse con
María, su esposa, que estaba en cinta. Y sucedió que
estando allí, le llegó la hora del parto, y dió a luz
a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo
recostó en un pesebre, porque no hubo lugar para ellos
en la posada . Lc 2, 1-7.
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¯¯¯ Meditación: |
En los
últimos días de Adviento, la liturgia da particular
relieve a la figura de María. En su corazón, su «he
aquí», lleno de fe, en respuesta a la llamada divina,
dio inicio a la encarnación del Redentor. Si queremos
comprender el auténtico significado de la Navidad,
tenemos que fijar en Ella la mirada e invocarla.
2. María, Madre por excelencia, nos ayuda a
comprender las palabras claves del misterio del
nacimiento de su Hijo divino: humildad, silencio,
estupor, alegría.
Nos exhorta ante todo a la humildad para que Dios pueda
encontrar espacio en nuestro corazón. Éste no puede
quedar obscurecido por el orgullo y la soberbia. Nos
indica el valor del silencio, que sabe escuchar el canto
de los Ángeles y el llanto del Niño, y que no los
sofoca en el estruendo y en el caos. Junto a ella,
contemplaremos el pesebre con íntimo estupor,
disfrutando de la sencilla y pura alegría que ese Niño
trae a la humanidad.
3. En la Noche Santa, el astro naciente, «esplendor de
luz eterna, sol de justicia» (Cf. Antífona del
Magnificat, 21 de diciembre), iluminará a quien yace en
las tinieblas y en las sombras de muerte. Guiados por la
liturgia de Dios, hagamos propios los sentimientos de la
Virgen y pongámonos en espera ferviente de la Navidad
de Cristo.(Juan
Pablo II, Angelus, 21 de diciembre de 2003)
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1
Padre Nuestro, 10 Avemarías, 1 Gloria.
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