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Mira
cuántos motivos para venerar a San José y para aprender de
su vida: fue un varón fuerte en la fe...; sacó adelante a su
familia —a Jesús y a María—, con su trabajo esforzado...;
guardó la pureza de la Virgen, que era su Esposa...; y
respetó —¡amó!— la libertad de Dios, que hizo la elección,
no sólo de la Virgen como Madre, sino también de él como
Esposo de Santa María. (San
Josemaría, Forja
552)
Quiere mucho a San
José, quiérele con toda tu alma, porque es la persona que, con
Jesús, más ha amado a Santa María y el que más ha tratado a
Dios: el que más le ha amado, después de nuestra Madre. —Se
merece tu cariño, y te conviene tratarle, porque es Maestro de
vida interior, y puede mucho ante el Señor y ante la Madre de
Dios. (San
Josemaría, Forja 554)
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